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Federico Garía Lorca

Este retrato de Lorca materializa un proyecto largamente acariciado y supone un reto debido al respeto que infunde ese monstruo literario que fue el granadino, y también por lo dramático de su temprana desaparición. Incomprensiblemente, la representación plástica de alguien tan admirado parece muy reducida, lo que siempre ha llamado mi atención. Al margen de caricaturas, carboncillos e ilustraciones, no conozco más que tres óleos que lo han inmortalizado: el pequeño retrato de juventud obra de Gregorio Prieto (Valdepeñas, 1897 - 1992), otro de mayor tamaño de José Gregorio Toledo (La Palma, 1906 - 1980) donde Lorca se representa sentado con un batín amarillo y un tercer retrato de José Caballero (Huelva, 1915-1991) que le inmortaliza con un libro entre las manos. Si repasamos la obra de los autores contemporáneos, sólo podemos destacar los trabajos del pintor Eduardo Naranjo para su serie sobre Poeta en Nueva York. Nadie más parece haberse interesado por retratar a Lorca.
 
El mío es un Lorca de mirada penetrante y directa. A través de ella he intentando plasmar la trascendencia del autor. Encontrar en el fondo de sus ojos al escritor pero también al ser humano: un Lorca que, serio, mira al mundo ya no con alegría, como en sus fotos de juventud, sino con desconfianza. Quise encontrar al Lorca que no llegó a los cuarenta años. Tras estudiar otras posibilidades en un retrato de perfil, he pretendido un retrato sobrio con una composición muy clásica, como los que inmortalizaron a los grandes escritores del romanticismo, pues creo que la relevancia del personaje y su enorme herencia literaria lo justifica.
 
Mi retrato de Federico García Lorca se integra en los fondos del Museo Nacional del Teatro de Almagro, que este año ha decidido festejar con su presentación al público el Día Internacional de los Museos.
 
El Museo Nacional del Teatro se ha convertido en un lugar de referencia para todos los amantes del teatro clásico. En sus salas podremos disfrutar de cuadros de importantes autores como: Juan Antonio Benlliure (Valencia, 1860-1930), Luis de Madrazo (Madrid, 1825-1897), Antonio María Esquivel (Sevilla, 1806 -1857), Luis Taberner y Montalvo (Madrid, 1844-1900), Anselmo Miguel Nieto (Valladolid, 1881-1964), Ramón Zaragoza Álvarez (Asturias, 1874-1949), César Álvarez Dumont (Huelva, 1866-1945), Salvador Viniegra (Cádiz, 1862-1915), José María Romero (Sevilla, 1815-1880), Prudent Louis Leray (Francia, 1820-1879), Juan Antonio Morales (Valladolid, 1909-1984)… Muchos de estos retratos representan a los principales actores y actrices del momento, revelando la consideración social alcanzada por estos durante el siglo XIX.
 

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